miércoles, 12 de agosto de 2015


En el IEMS DF, no formamos cuadros para la izquierda, para la derecha o para los de en medio.
Formamos personas, mas no cuadros. Personas razonables, responsables, comprometidas, críticas, creativas, honestas, trabajadoras, convencidas con lo mejor del ser humano.
Mostrar a nuestros estudiantes, lo mejor del ingenio humano es una satisfacción.
Hacerlos partícipes, de una comunidad humana, científica, cultural, social, deportiva, afectiva. No creo que sea un delito, ¿o sí?
Pareciera que educar a una persona en la conciencia y en la cultura positiva, es ahora un delito.
Cuando hice mis trámites de ingreso al IEMS DF como profesor, jamás me preguntaron mi filiación política, ni mis convicciones.
Presenté mis documentos académicos que me acreditaban como persona apta para impartir los conocimientos requeridos, en mi caso, una licenciatura. Examen de conocimientos, entrevista con dos especialistas en la materia, examen psicométrico, entrevista pedagógica, cursos de introducción al modelo educativo. Fui aceptado.
Fue un ingreso estrictamente académico. En los años que tengo en esta institución, jamás he recibido una instrucción, un comentario, una palabra, de lo que tengo que enseñar en clase, ni de tendencia o ideología alguna que tenga que impartir.
Recibí un espacio académico serio, una responsabilidad para con mis estudiantes, y un lugar para investigar creativamente, en mi especialidad y en la didáctica de mi especialidad. He crecido, me he desarrollado, y esto lo vierto a mis estudiantes. Mis estudiantes me enseñan y de ellos aprendo, en un modelo dinámico, democrático y sobre todo, humano.
He visto, en el transcurso de estos años, tantos jóvenes rechazados por otros sistemas, y recibidos en el nuestro, que si no hubiera sido por esta institución, no hubieran tenido la posibilidad de haberse desarrollado.
He visto y he vivido, estudiantes convencidos, seguros, instruidos, al salir de nuestro instituto. He participado de las lágrimas de las familias, de los estudiantes que han recibido estos beneficios. He derramado lágrimas de emoción al verlos partir de nuestra institución a nuevos horizontes.
Han regresado, con títulos universitarios a saludar con agradecimiento a sus maestros de la Prepa, a contarnos de su vida, de sus experiencias, de su desarrollo, de sus familias, de sus hijos.
Mujeres y Hombres, Hombres y Mujeres:
Pensantes,
Comprometidos,
Críticos,
Propositivos,
Creativos.
¿No fueron acaso, los reclamos de una sociedad mexicana ya no escuchaba?
¿No fueron acaso, los resultados que esa sociedad esperaba?
Y ahora comenzando a cristalizar,
los múltiples gobiernos sordos,
de múltiples partidos e intereses,
pretenden,
anularla, aniquilarla.
Yo en medio de esta multitud inapropiada,
pienso, digo, actúo.
Somos un país distinto al de los gobernantes,
esos que privatizan todo,
hasta la salud,
pasando por la educación,
y los recursos naturales,
propiedad de la Nación,
es decir,
de todos Nosotros.
No solamente digo,
salud,
educación,
un lugar para nosotros!!!
Somos un país,
somos una república,
este es nuestro lugar.
El lugar de nuestros ancestros,
el lugar de nuestras familias.
¿Cómo es eso de malbaratar,
lo que nos corresponde?
¿Lo que es nuestro?
Amo ser maestro.
Amo ser un profesional digno y dedicado a la enseñanza.
Después de lo que pasé,
para ser maestro en el IEMS DF,
considero indigno,
una evaluación aparente.
Y más indigno,
considero,
que sin ver nuestro trabajo,
pretendan una disolución instantánea de nuestra institución.
Hay problemas, no los niego.
Hay caminos de solución, los veo.
Más no la extinción.
De algo que guste o no guste,
y a pesar de todo:
FUNCIONA!!!
El IEMS DF, está vivo!!!
El IEMS DF, está,
y nuestro deber es defenderlo!!!


Miguel Mario Uribe Duarte, DTI (Docente Tutor Investigador) de la Academia de Filosofía de la Preparatoria Bernardino de Sahagún, Plantel Xochimilco, del IEMSDF.

0 comentarios:

Publicar un comentario