En el IEMS DF, no
formamos cuadros para la izquierda, para la derecha o para los de en
medio.
Formamos personas, mas no
cuadros. Personas razonables, responsables, comprometidas, críticas,
creativas, honestas, trabajadoras, convencidas con lo mejor del ser
humano.
Mostrar a nuestros
estudiantes, lo mejor del ingenio humano es una satisfacción.
Hacerlos partícipes, de
una comunidad humana, científica, cultural, social, deportiva,
afectiva. No creo que sea un delito, ¿o sí?
Pareciera que educar a
una persona en la conciencia y en la cultura positiva, es ahora un
delito.
Cuando hice mis trámites
de ingreso al IEMS DF como profesor, jamás me preguntaron mi
filiación política, ni mis convicciones.
Presenté mis documentos
académicos que me acreditaban como persona apta para impartir los
conocimientos requeridos, en mi caso, una licenciatura. Examen de
conocimientos, entrevista con dos especialistas en la materia, examen
psicométrico, entrevista pedagógica, cursos de introducción al
modelo educativo. Fui aceptado.
Fue un ingreso
estrictamente académico. En los años que tengo en esta institución,
jamás he recibido una instrucción, un comentario, una palabra, de
lo que tengo que enseñar en clase, ni de tendencia o ideología
alguna que tenga que impartir.
Recibí un espacio
académico serio, una responsabilidad para con mis estudiantes, y un
lugar para investigar creativamente, en mi especialidad y en la
didáctica de mi especialidad. He crecido, me he desarrollado, y esto
lo vierto a mis estudiantes. Mis estudiantes me enseñan y de ellos
aprendo, en un modelo dinámico, democrático y sobre todo, humano.
He visto, en el
transcurso de estos años, tantos jóvenes rechazados por otros
sistemas, y recibidos en el nuestro, que si no hubiera sido por esta
institución, no hubieran tenido la posibilidad de haberse
desarrollado.
He visto y he vivido,
estudiantes convencidos, seguros, instruidos, al salir de nuestro
instituto. He participado de las lágrimas de las familias, de los
estudiantes que han recibido estos beneficios. He derramado lágrimas
de emoción al verlos partir de nuestra institución a nuevos
horizontes.
Han regresado, con
títulos universitarios a saludar con agradecimiento a sus maestros
de la Prepa, a contarnos de su vida, de sus experiencias, de su
desarrollo, de sus familias, de sus hijos.
Mujeres y Hombres,
Hombres y Mujeres:
Pensantes,
Comprometidos,
Críticos,
Propositivos,
Creativos.
¿No fueron acaso, los
reclamos de una sociedad mexicana ya no escuchaba?
¿No fueron acaso, los
resultados que esa sociedad esperaba?
Y ahora comenzando a
cristalizar,
los múltiples gobiernos
sordos,
de múltiples partidos e
intereses,
pretenden,
anularla, aniquilarla.
Yo en medio de esta
multitud inapropiada,
pienso, digo, actúo.
Somos un país distinto
al de los gobernantes,
esos que privatizan todo,
hasta la salud,
pasando por la educación,
y los recursos naturales,
propiedad de la Nación,
es decir,
de todos Nosotros.
No solamente digo,
salud,
educación,
un lugar para nosotros!!!
Somos un país,
somos una república,
este es nuestro lugar.
El lugar de nuestros
ancestros,
el lugar de nuestras
familias.
¿Cómo es eso de
malbaratar,
lo que nos corresponde?
¿Lo que es nuestro?
Amo ser maestro.
Amo ser un profesional
digno y dedicado a la enseñanza.
Después de lo que pasé,
para ser maestro en el
IEMS DF,
considero indigno,
una evaluación aparente.
Y más indigno,
considero,
que sin ver nuestro
trabajo,
pretendan una disolución
instantánea de nuestra institución.
Hay problemas, no los
niego.
Hay caminos de solución,
los veo.
Más no la extinción.
De algo que guste o no
guste,
y a pesar de todo:
FUNCIONA!!!
El IEMS DF, está vivo!!!
El IEMS DF, está,
y nuestro deber es
defenderlo!!!
Miguel Mario Uribe
Duarte, DTI (Docente Tutor Investigador) de la Academia de Filosofía
de la Preparatoria Bernardino de Sahagún, Plantel Xochimilco, del
IEMSDF.
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