martes, 17 de junio de 2014

La consulta fue impulsada por un grupo de trabajadores de base y algunos compañeros que actualmente ostentan cargo de representación sindical en el CGR. No todos los que participaron en la organización y promoción de la consulta forman parte de la corriente Sutiems Democrático, otros sí. Y aunque la propuesta de la consulta sí se gestó en ese grupo, logró recibir el apoyo de trabajadores y otros actores que no forman parte del mismo, y que libremente decidieron participar en ella (lo que no significa que estos actores formen parte del Sutiems Democrático o incluso que quieran formar parte de él. La adscripción a un determinado grupo la decide cada cual a conciencia). Y fue la valiosa participación de todos los compañeros la que logró que la consulta fuera un éxito.

Cabe destacar que la convocatoria era amplia: se llamó a participar a trabajadores afiliados (de cualquier sindicato), o no afiliados, y de todos los sectores; a estudiantes, padres de familia y vecinos. Cada uno decidió libremente su participación y ningún mecanismo de coacción fue usado contra nadie.

Las y los compañeros que participamos organizando y promoviendo la consulta, y que sí formamos parte del Sutiems Democrático, lo hicimos de acuerdo a ciertas ideas, y con algunos fines claros, en torno a los cuales surgió unidad y consenso:

1) Los trabajadores TIENEN DERECHO a generar propuestas organizativas DESDE LA BASE (aunque se enojen los caudillos), siempre y cuando dichas propuestas no lesionen la organización sindical como tal. Sobra decir (porque todos lo saben) que el Sindicato lo conforman NO sólo su CE y su CGR (sus dirigencia, pues), sino TODOS los trabajadores afiliados, sus principios, sus estatutos y sus procedimientos. Y que la instancia de decisión y resolución máxima del Sindicato es su Asamblea General.

En este sentido, la consulta no sólo se planteó en varias Asambleas de Centro de Trabajo, obteniendo el aval y apoyo de la base afiliada en muchos planteles, sino que también se planteó abiertamente en la Asamblea General del 4 de junio, para sumarse y abonar al plan de acción que de allí emanara. Y la consulta recibió allí un apoyo amplio. De tal manera que cuando la Mesa resumió las acciones del plan de acción que se tomarían en el corto-mediano plazo, la consulta del 5 de junio estaba en la enumeración de dichas acciones. Esto significa que la consulta se aprobó en la Asamblea General como parte del plan de acción, junto con la movilización del 10 de junio y el emplazamiento a huelga por violaciones al CCT, que se hará en su debido momento.

La consulta NO se opuso, NI SE OPONE NI SE OPONDRÁ a ninguna movilización cuya orientación proceda legítimamente del CE ni del CGR, y mucho menos a aquellos planes de acción, mandatos u orientaciones que legítimamente procedan de la Asamblea General (con “legítimamente” nos referimos al respeto por el carácter democrático de los procedimientos de decisión y resolución, que no violen ni los principios ni los estatutos del Sindicato). Todo el plan de acción que las bases y la comunidad decidan que debe operarse, será asumido y apoyado irrestrictamente. De eso que no quede la menor duda.

2) Hubo una propuesta de solución contra la Ley Yuriri, procedente del CE, que a pesar de que se dijo que se bajaría a las bases para su discusión, no se socializó oportunamente entre los afiliados. Ya se ha señalado en varias ocasiones y en diferentes espacios que fue lamentable que dicha propuesta la entregara el Comité Ejecutivo a la ALDF, pasando por encima de las bases. Aquella propuesta contemplaba varias alternativas de solución contra la iniciativa de la Ley IEMS: una estrategia jurídica para el IEMS, parecida a la del transitorio 20 de la LGSPD, que da trato de excepción al IPN; la propuesta de una ley orgánica del IEMS que lo dote de autonomía; la creación de una licenciatura mediante la cual el IEMS se trasforme en educación superior (más la concesión de autonomía); Y LA FUSIÓN/INTEGRACIÓN CON LA UACM.

En este sentido, los que participamos en la organización de la consulta consideramos que, DE LAS ALTERNATIVAS QUE SE PLANTEABAN, ésta última es la mejor y más eficaz. Pero como miles de cabezas piensan mejor, decidimos “consultarlo” (y los que se mofan o atacan esta decisión, será porque están muy acostumbrados a no consultar a nadie y tomar decisiones que no son avaladas por la mayoría). Y así lo hicimos. Echamos a andar la consulta. Y de entrada, nos planteamos que si la comunidad no veía en esa alternativa una respuesta viable, ésta tendría que descartarse. Por supuesto, nosotros trataríamos de impulsarla y de convencer sobre aquello que nos parece la alternativa más viable. Esa es nuestra prerrogativa, y la de todos. Y en eso no incurrimos en ninguna falta, sino que atendimos nuestro legítimo derecho de sostener una posición y defenderla.

La pregunta de la consulta sondeó: “¿Estás de acuerdo con la integración del IEMS con la UACM? (Sí/ No)”. De las 7374 personas consultadas, 93.5% respondieron “SÍ”. PERO no se deben pasar por alto las otras tres preguntas que planteó la consulta: 97.2% de los consultados se manifestó por la defensa y fortalecimiento del modelo educativo del IEMS; 88.5% respondió que SÍ está de acuerdo con el retiro inmediato de la “Ley Yuriri”, y el rechazo de la Reforma “Educativa” alcanzó un 87.5% (cabe destacar que esta última pregunta sobre la reforma educativa se introdujo en la consulta porque así lo propuso en la Asamblea General una compañera de base, apenas unas horas antes de llevarla a cabo).

¿Preguntas de obvia respuesta? Sí, en efecto. Sabíamos que la aplastante mayoría de los consultados respondería por el rechazo de las leyes y por la defensa del modelo. Y así fue, afortunadamente. Pero la finalidad de la consulta era política. Así que el carácter de las preguntas también lo era. Es decir, su intención era hacer patente un juego de fuerzas que resultaba favorable para la comunidad, aunque fuera -y mientras tanto-, mediante un sondeo que “mostrara” ciertas posiciones, y que sirviera para decir, con sustento: LA COMUNIDAD FUE CONSULTADA (o mejor dicho: la comunidad se auto-auscultó), Y DICE: NO A LA LEY YURIRI, SÍ A LA DEFENSA Y FORTALECIMIENTO DEL MODELO EDUCATIVO, NO A LA REFORMA EDUCATIVA, SÍ A LA INTEGRACIÓN DEL IEMS CON LA UACM.

La consulta se pensó como un mecanismo democrático operado por los propios miembros de la comunidad, cuyos resultados ofrecieran una base (no estadísticamente exacta, sino políticamente contundente) para DESLEGITIMAR la Ley Yuriri. Además, se pretendía que fuera al mismo tiempo una acción política aglutinante. Y así fue, como lo muestra la amplia participación de la comunidad, sobre todo de estudiantes. A cada participante se le solicitó un número de identificación oficial (matrícula del IEMS, número de empleado, IFE, cédula profesional, etc.), de tal modo que la consulta obtuvo un registro real –no inflado- de los participantes, que fue tan numeroso como diverso, pues tenemos además apuntado el porcentaje de estudiantes, exalumnos, trabajadores (administrativos o docentes), padres de familia y vecinos que participaron en ella.

Nosotros no pretendíamos CREAR la opinión, sino plasmarla mediante un mecanismo democrático, que con todo y sus posibles fallas y limitaciones, sirviera de base para la acción política y la movilización. Así como OTROS mecanismos que se planteen desde la base trabajadora o desde la comunidad, también pueden y podrán servir de base para la acción política y la movilización, como lo fue la realización de foros y mítines en muchos planteles, en los que, dicho sea de paso, todos los miembros de la corriente Sutiems Democrático participaron activamente.

REPETIMOS: LA POSICIÓN SONDEADA O MOSTRADA DE RECHAZO, ABONA A DEMOSTRAR CUÁN ILEGÍTIMA ES LA LEY YURIRI Y DEBÍA Y DEBE ABONAR A LA NECESARIA MOVILIZACIÓN DENTRO DE UN PLAN DE ACCIÓN CONJUNTO.

Estábamos claros que la consulta no es un acto de magia, que ella no iba a detener la aplicación de la reforma educativa en el IEMS, y que tenía la finalidad de promover la MOVILIZACIÓN. Porque sólo mediante la efectiva y organizada movilización pararemos el golpe que significa para todos los sectores populares la reforma “educativa”.

Y la comisión que entró el 10 de junio a la ALDF no estaba en desacuerdo con la comunidad consultada. Porque entró a exigir el retiro inmediato de la “Ley Yuriri” (que equivale a rechazar la reforma “educativa”), la defensa y preservación del modelo educativo del IEMS, y la Autonomía para el Instituto mediante su integración con la UACM.

Por otro lado, alguna persona ha pretendido deslegitimar la consulta porque ésta carece de “formalidad”. Pero después de todo, ¿a qué se refiere exactamente con esto? ¿A que no se contrató a una empresa consultora privada para hacerla? ¡¿A que no hubo “autoridad” que la sancionara?! ¿A que no fue una acción impulsada desde el CE? Quién sabe. Pero ya hemos explicado que la carencia de eso que algunos entienden por “formalidad”, quedaba INTENCIONADAMENTE subordinada a la intención política de la consulta. Si algún especialista en consultas o alguna auditoría gubernamental nos dijera que la consulta no vale porque tiene muchos elementos “informales”, eso no importaba. Lo verdaderamente importante es que generó organización y movilización (en los planteles y los barrios aledaños a éstos, por ejemplo), generó interés, participación, y sistematizó y socializó sus resultados, para ponerlos a disposición de TODOS, para la DEFENSA del IEMS.

3) La consulta también se planeó porque los trabajadores no estábamos recibiendo una orientación clara por parte de la dirigencia sindical (lo que, naturalmente, ya comenzaba a generar confusión, desánimo, derrotismo, angustia y episodios de desgarramiento de vestiduras). Y la premisa es: si la dirigencia se muestra incapaz de accionar de manera oportuna, las bases deben tomar la iniciativa y remontar a su dirigencia, generando organización y movilización desde abajo.

Los compañeros que participaron en el espacio que nos dio CENCOS, hablaron de la Ley Yuriri, de la reforma educativa y anunciaron la consulta como iniciativa de trabajadores de base (en la que participaba el que quería, y el que no quería, no). EN NINGÚN MOMENTO se atacó al Sindicato (porque el sindicato no es el Comité Ejecutivo), y tampoco se criticó o atacó públicamente al CE (aunque de tantas maneras su actuación ha dejado mucho qué desear). Por el contrario, se habló de lo verdaderamente importante: en defensa del modelo, en defensa del sindicato, sobre la necesidad de preservarlo y mantenerle su papel de mediador en los asuntos laborales y de evaluación; sobre los derechos de los trabajadores, contra la LGSPD, a favor de la gratuidad de la educación y en contra del recorte del presupuesto al IEMS. El espacio no se utilizó para hablar del Sutiems Democrático, y obviamente, tampoco se hizo propaganda de ningún partido ni organización (todos pueden comprobar mirando el video).

4) Los trabajadores TENEMOS TODO EL DERECHO de criticar abiertamente el proceder de la dirigencia sindical y de exigirles la rendición de cuentas. Algunos lo entienden de manera muy pueril, y se lamentan de que se “hable mal” del CE. “¡¿Por qué andan hablando mal del CE?!”, exclaman. Porque no somos un club de amigos, compañeros, somos una organización sindical, y “hablar mal” de la dirigencia, así como algunos lo entienden, es válido y además es necesario, ofreciendo argumentos. Criticar a la dirigencia no es esquirolear. “Hablar mal” (criticar) de la dirigencia no es atentar contra el Sindicato (porque el sindicato NO es igual a la dirigencia, y cuando algunos hacen equivaler las dos cosas, o sufren un lapsus sospechoso o se confunden grandemente). “Hablar mal” de la dirigencia no es ser bejaranista, perredista, pejista, priista… es ejercer el derecho de criticar a la dirigencia dentro de una Sindicato que se precia de ser democrático, plural, incluyente.

5) Según los principios del sindicalismo democrático, y según los propios estatutos del Sutiems, todos las y los trabajadores de base tienen derecho a formar grupos o corrientes sindicales y sobre todo, TIENEN DERECHO a aspirar a tomar puestos de dirección (por cierto, la Secretaría. de Formación Sindical tiene la tarea inmensa y vital de coadyuvar a la formación teórica y práctica de los cuadros sindicales, para construir un sindicalismo clasista, democrático, independiente, combativo… ¡¿Qué ha hecho al respecto?!). Si se está conformando y consolidando una corriente sindical, no es para que nadie se persigne ni se espante, compañeros. No existe nada malo, incorrecto, oscuro, maligno ni alarmante en ello. Sobre todo si los grupos que surjan actúan abiertamente y se adjudican sus propios actos, para que sean del conocimiento de todos, y generen ya sea simpatía o rechazo (que cada quién decida). Si un sindicato es efectivamente democrático, la existencia de grupos o corrientes no tiene por qué poner en peligro la unidad. La unidad a toda costa sí pone en peligro al sindicato, y es, por lo demás, una falsa forma de la unidad que argumentan típicamente los sindicatos corporativos y charros.

Lo que sí DAÑARÍA al Sindicato (y se usa aquí el subjuntivo solamente por cortesía), es que un grupo se enquistara en la dirección sindical; que metiera a su parentela pasando por encima de los procedimientos sindicales formales; firmara reglamentos internos que resultaran tan lesivos para los trabajadores que hasta fueran del beneplácito de las autoridades; que anduviera de candil de la calle con las organizaciones solidarias, dándoselas de sindicalistas independientes, democráticos y combativos, mientras en casa castigan todo intento de crítica; que se tuviera una CHyJ que actuara como brazo porril de una dirección sindical, etc.

6) La lucha no es entre nosotros. Y además, la lucha NO es “por” la integración IEMS-UACM o “por” la autonomía del IEMS a partir de una licenciatura (o cualesquiera otras propuestas). No perdamos la perspectiva más amplia: la lucha es CONTRA LA REFORMA EDUCATIVA, (la Ley Yuriri no pretendía ser sino su aplicación local), a favor del DERECHO A LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y GRATUITA, LAICA, CRÍTICA, CIENTÍFICA Y POPULAR; por la DEFENSA DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL como instancia de organización y lucha de los trabajadores en la defensa de sus derechos laborales; por la DEFENSA DE ESOS DERECHOS LABORALES plasmados en los CCT; por la DEFENSA DEL MODELO EDUCATIVO DEL IEMS. Cualquier propuesta o propuestas que luchen en el sentido de esta defensa, que proteja el derecho a la gratuidad de la educación, los derechos de los trabajadores y el modelo educativo, será la mejor.

¿Por qué el intento de deslegitimar al consulta del 5 de junio?

La consulta fue parte del esfuerzo organizativo de un grupo, esto es cierto y NO hay nada de malo en ello. Pero no se planteó para ser una actividad para ese grupo, cuyos resultados serían del beneficio de ese grupo. Durante la consulta jamás se hizo propaganda política a favor ni en contra de ningún grupo dentro del Sindicato. La consulta se planteó como una actividad que abonara a la defensa del IEMS.

Los que participaron en la consulta se adueñaron de ella con su participación. Allí estuvo la participación (¡7 mil 374 consultados!), amplia, diversa y entusiasta; la colaboración de muchos actores que decidieron participar porque supieron ver que la consulta era una buena propuesta que podía ser de utilidad común. Ahora la consulta y sus resultados SON DE TODOS y deben usarse para lo que mejor convenga a la MAYORÍA.

Pero en vez de reconocer y aprovechar esto, algunos prefieren deslegitimarla. Pero mejor deberíamos plantearnos las siguientes preguntas:

¿A quién conviene deslegitimar esa consulta, que mostró el masivo rechazo a la Ley Yuriri, la disposición a defender el modelo educativo, el rechazo a la reforma “educativa”, y el apoyo por la integración IEMS-UACM?

¿A quién conviene deslegitimar una propuesta organizativa generada desde la base para la defensa del IEMS, que convocó a toda la comunidad, mediante un mecanismo transparente, incluyente y democrático?

Le conviene al GDF y su ALDF, llena de supuestos “representantes” del pueblo (de todos los partidos políticos), que pretenden mantener al IEMS como un coto de poder que les ha servido para pagar favores políticos, poniendo a funcionarios incapaces y ajenos a la educación en los puestos de dirección, amenazando con ello a la propia educación pública, a los trabajadores y a la comunidad. Asimismo, a estos grupos de poder no les conviene que los sindicatos se vuelvan más numerosos, pues en su masividad y organización descansa en germen un potencial combativo que amenaza al Estado y su imposición sistemática de políticas antilaborales y antipopulares, como las reformas “estructurales”, entre ellas, la reforma “educativa”. Por eso la integración del IEMS con la UACM les parece una amenaza, pues eso sumaría dos grupos de trabajadores y comunidades combativas en una misma institución educativa, que podría convertirse en un eficaz frente contra la reforma “educativa” en el Distrito Federal.

Le conviene a aquellos que conciben al sindicato como posesión exclusiva de unos cuantos (sindicatos para los caudillos, sindicatos para las cúpulas de poder enquistadas), quienes actúan con tácticas antidemocráticas, autoritarias y punitivas cada vez más parecidas a las prácticas de la peor tradición sindical, corporativa y charra. Esos mismos que desestiman y obstaculizan la organización y movilización desde la base, y con ello, la práctica democrática. Aquellos cuyos grupos de poder han tenido el monopolio de la dirección sindical, y cuya legitimidad es cada vez más endeble, y a quienes afecta grandemente que un grupo de trabajadores logre impulsar desde la base una acción política exitosa y aglutinante. No toleran que ningún grupo se muestre organizado, capaz de accionar por cuenta propia, en favor de un objetivo común mediante una acción de amplia convocatoria y participación.

Puede entenderse que las autoridades busquen deslegitimar la consulta; puede entenderse que el GDF, la Comisión de Educación en la ALDF o las autoridades del IEMS digan: “esa consulta no vale ni sirve, no es legítima porque la hicieron ustedes sin sanción de ninguna autoridad, sin ‘formalidad’”. Pero que trabajadores, y trabajadores sindicalizados, la ataquen, parece solamente mezquino y muy corto de miras.

Saludos a todos, y salud.


COMISIÓN ORGANIZADORA DE LA CONSULTA DEL 5 DE JUNIO

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